viernes, 6 de febrero de 2009

¿Cómo integrar a todos los alumnos en los centros?

Para empezar, la pregunta correcta seria: ¿Cómo integrar a los alumnos discapacitados en los centros?, ya que todos sabemos que menores sin deficiencias o minusvalías no presentan problemas a la hora de integrarse.

La integración consiste en que aquellos sujetos que presentan alguna deficiencia física, psíquica o sensorial participen al máximo en las actividades del resto de la población considerada normal.
Para ello deben eliminarse las barreras, tanto físicas como educativas (instalación de rampas en los centros educativos, ascensores, contratación de tutores especializados...).

Cuando nos referimos a integración, no hablamos de deficiencias, sino de necesidades educativas especiales, es decir, la integración da más importancia a los apoyos que necesita el sujeto para desarrollar una vida normal que a los propios déficit del sujeto.

Cuando un niño se escolariza en un centro como alumno de integración, es necesario recoger en un documento sus antecedentes y sus necesidades educativas especiales, esto es, en qué áreas y aspectos tiene una necesidad educativa diferente de la del resto de sus compañeros. Así, un niño con síndrome de Down que presente hipotonía (disminución del tono muscular), necesitará apoyo en las actividades de motricidad fina; un deficiente auditivo necesitará apoyo en el área del lenguaje, etc...

Estas necesidades educativas especiales conllevan un cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje.Existen tantos cambios como deficiencias.Por ejemplo, un niño con una discapacidad cognitiva, (disminución de la capacidad intelectual), no puede alcanzar los mismos objetivos que sus compañeros ni ir al mismo ritmo: para ello, se adaptan los procesos de enseñanza establecidos y el ritmo de la misma. Del mismo modo, un alumno con una deficiencia visual grave, en principio puede alcanzar los mismos objetivos que sus compañero, pero necesita que la información se le presente de un modo diferente; así, se llevaría a cabo una adaptación para el acceso a la información, convirtiendo los textos en Braille.

Con el régimen de integración, lo que se persigue es que el discapacitado normalice al máximo su vida. Sin embargo, existen diferentes grados de integración:

- El alumno permanece todo el tiempo en el aula, compartiendo todas las actividades con sus compañeros y realizándose las necesarias adaptaciones curriculares.


- El alumno permanece la mayor parte del tiempo en el aula, pero en momentos puntuales sale de ella para recibir una atención educativa más específica, acorde con sus necesidades educativas especiales


- El alumno comparte centro con otros niños pero no aula. La integración se da en las actividades no estrictamente académicas (excursiones, juegos, comedor, ruta, etc).

En realidad, este grado puede ser considerado como régimen de Educación Especial, ya que es la opción que sustituye, en zonas rurales, a los centros de Educación Especial. Este régimen es el que se usa en el centro en el que estudio, los alumnos con discapacidades reciben su enseñanza sin estar en el aula de los demás, y su integración se suele producir en las excursiones o en eventos que suelen organizar ellos mismos (Día de la Paz, Día del Libro...).

La integración supone la escolarización de los alumnos con necesidades educativas especiales, en centros ordinarios con los apoyos necesarios. Las adaptaciones que los centros deben hacer para responder a las necesidades de estos alumnos suponen una fuerte inversión en personal especializado y recursos materiales. En realidad, y desafortunadamente, esto no es siempre así: por un lado, se integran juntos niños con necesidades educativas muy diferentes; por otro, los profesores de apoyo no están preparados para atender una demanda tan alta de deficiencias, ya que puede ocurrir que un curso trabaje con un deficiente auditivo y otro con uno motórico, cuando la especialización profesional para trabajar con ambos alumnos es muy diferente; por último, el profesor tutor no ha cursado estudios de Educación Especial ni tiene por qué tener vocación hacia este ámbito de la educación. Todo esto, si no se toman las medidas adecuadas, puede ir en detrimento de la calidad de la educación del alumno/a.

En la actualidad, están integrados, correcta o incorrectamente, el 80% de los alumnos con algún tipo de déficit físico, psíquico y/o sensorial. El beneficio de esto está en que el proceso de socialización se desarrolla de manera más normalizada, natural y adecuada que en los centros de educación especial. La principal desventaja de la integración es que se deteriore la calidad de la educación del alumno, bien por falta de medios y recursos, bien por no tener personal especializado, o bien por existir en ese centro una gran diversidad de niños integrados en cuanto al tipo de déficit.

En definitiva, se debe integrar a aquellos alumnos cuyas condiciones lo permitan, pero no se deben hacer generalizaciones, sino que hay que valorar cada alumno en particular, teniendo en cuenta sus necesidades educativas especiales, así como el centro escolar.








4 comentarios:

  1. hola Luis!!

    Soy Jose Vicente un candidato más como tu.
    Esta muy bien escrito todo lo que nos comentas, espero que te pases por tu blog.
    Luis nada que te deseo mucha suerte

    saludos amigo!!

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  2. WAU que entrada mas buena has echo me he entretenido mucho leyendola, por cierto soy Jesús otro candidato

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  3. hola Luis, hoy me he vuelto a leer otra vez tu entrada, ya que la otra vez tenía una poca de prisa, esta genial ya que nombras todos los aspectos y los explicas bastante bien.
    Bueno amigo nos vemos.
    Pasaté por mi blog cuando puedas
    xevi_

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  4. ola!!!soy inma, d socuellamos!!!pedazo entrada as exo!!!!me a sorprendido tu capacidad para expresarte!!un besoo!

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